"El olor de ese romanticismo es el olor a muerte. Y no sólo de la muerte. Los muertos no tienen ningún interés para nosotros e, incluso, cuando están enterrados, decimos: "Dejemos que los muertos entierren a los muertos". Pero los muertos que se sientan en las sillas de las oficinas de las editoriales, maldita sea, que escriben novelas u obras de teatro como muertos que son... estos muertos extienden miasmas y veneno en la vida"
2. Cosas de la Alta Cultura Descafeinada. Cita de Benjamin H.D. Buchloh:
"Las afinidades cada vez más notorias entre el mundo de la moda, el diseño y la publicidad y lo que se ha dado en llamar high art posmoderno no se explican sencillamente aludiendo a su interdependencia económica. Más bien se trata de una afinidad electiva que cabe atribuir al uso de técnicas similares de transmisión ideológica y a la relación que mantienen ambos mundos con los poderes que organizan la industria cultural. Los perfiles de artistas que, cada vez más a menudo aparecen en los medios de comunicación, los fotorreportajes de los estudios de los artistas (y de mujeres e hijos) o el uso de artistas como modelos de moda están marcados por el tipo de mensaje aporético que distingue estructuralmente toda publicidad exitosa. Por un lado, los artistas tienen que dar fe de su autenticidad tradicional y de la originalidad y exclusividad de sus productos (de la misma manera que las bagatelas producidas en masa se anuncian a través de campañas de imagen que recuerdan al estilo de vida aristocrático de la alta burguesía). Por otro lado, estos artistas tienen que asegurarnos que invertir en ellos es tan seguro como comprar acciones de una empresa de diseño. En efecto, el autor ya sólo es autor si funciona potencialmente como una empresa, mientras que una compañía de diseño sólo puede tener éxito si se presenta a sí misma como auteur."
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