domingo, 14 de diciembre de 2008

LOGARITMO, DE ANTONIO BOTÍN POLANCO EN QUÁLEA EDITORIAL

“Y es que el lazo de la corbata es la venganza del pisaverde frívolo sobre la gente seria que acumula riquezas. En nuestra civilización burguesa se da el caso de que hombres salidos de la miseria aprenden a fundar Bancos y Sociedades anónimas, convirtiendo al mundo en su presa. Pero no aprenden nunca a llevar la corbata del frac o del smoking de una manera perfecta. Quizá el lazo de la corbata de esas gentes es un símbolo de sus vidas, el dogal con que han estrangulado a tantos, sin piedad y sin maneras”. Quien esto escribe, no es un hombre ajeno a ese mundo de bancos, muy al contrario. Quien esto escribe se llama Antonio Botín Polanco. Quizá no suene demasiado pero en los años treinta escribió y publicó en Espasa-Calpe sus novelas, participaba en la tertulia de Pombo y era un hombre cercano a la Revista de Occidente y, por tanto, a José Ortega y Gasset. Botín Polanco, además, forma parte de esa ilustre familia de banqueros que fundaron el Bando de Santander. Sin embargo, él nunca formó parte de esos negocios. Permaneció al margen siendo un vividor "de novela": de Santander a San Sebastian, de San Sebastian a Biarritz, de Biarritz a Montecarlo, y vuelta a empezar. Un extraño personaje. El fragmento que he transcrito arriba forma parte de su mejor novela Logaritmo (1933), una sátira de los personajes más snob de los años treinta. Acabo de preparar su edición para una nueva editorial que nace con fuerza. Su nombre es Quálea editorial. Allí podréis leer el prólogo, así como el inicio de la novela.

Antonio Botín Polanco nació en Santander en 1898. Realizó sus estudios en Madrid donde se trasladó a vivir, aprobando el bachillerato y la carrera de Derecho. Amigo de tertulias, muy pronto se integró en la vida intelectual madrileña y comienzó a colaborar en la prensa, cultivando una gran amistad con Ramón Gómez de la Serna. Durante la etapa entre 1928 y 1934 escribió varias novelas, como La divina comedia, Él, ella y ellos, Virazón, Logaritmo y Peces Joviales. También es célebre su Manifiesto del humorismo (1951), donde resume sus ideas estéticas. Murió en Madrid en octubre de 1956.

3 comentarios:

Jose Ramón Alarcón San Martino dijo...

Delicioso personaje. Me recuerda a otros como Álvaro Retana u Hoyos y Vinent, siendo estos, no obstante, más de foulard y palillo con baño de oro.

Qué tres lustros tan fértiles para la impostura y decadencia.

Ósculos, chato.

Anónimo dijo...

Las notas biográficas llenas de gerundios siempre me han parecido un tanto cutres ¿No la has escrito tú, verdad?

Rocio dijo...

Me interesan las notas y conocer acerca de distintos temas, y por eso averiguo mucho al respecto. En este momento estaba buscando ejercicios de multiplicaciones ya que tengo examen de matematica la próxima semana