jueves, 20 de octubre de 2011

DOS CITAS: LETHEM Y MCEVILLEY



1.
En su artículo, o más bien en su maravilloso artefacto contra la idea de originalidad (ese concepto blandiblú de la modernidad) titulado "Ecstasy of Influence", Jonathan Lethem distingue entre lo que llama economía de mercado y economía del regalo. Y escribe: 

“si acierto al decir que donde no hay regalo no hay arte, entonces es posible destruir una obra al convertirla en pura mercancía. No sostengo que el arte no pueda ser vendido o comprado, pero sí que la parte de regalo que hay en la obra impone una restricción a nuestro mercadeo. Ésta es la razón por la cual incluso un anuncio muy bello, ingenioso y lleno de poder (de los que hay muchos) nunca podrá ser un tipo real de arte: un anuncio no tiene estatus de regalo, es decir, nunca es para la persona a la que está dirigido”


2.
Casi al mismo tiempo que leía esto disfrutaba de un texto de Thomas McEvilley:


“Por ejemplo, una sociedad que tiene mucha excelencia artística es normalmente una sociedad con mucha riqueza excedente. En una situación así, una clase dirigente ha desviado riqueza excedente de la comunidad como un todo y la ha canalizado hacia la producción artística. El propósito no es sólo gratificar el amor de lo bello, sino también ocultar la dinámica de clases de la situación bajo un deslumbrante barniz de belleza cultural. Este barniz sirve para justificar el privilegio de la clase acomodada y distraer la atención de la situación, fundamentalmente de explotación, subyacente. Si estos acaudalados son tan sensibles y etéreos como para amar la producción de valor artístico —se supone que uno ha de pensar—, no podrían ser mezquinos bastardos implicados en la explotación clasista”



3 comentarios:

Jesús dijo...

lo de Lethem está bien, pero la segunda cita es explosiva. A añadir a la consideración evolucionista: hacemos cosas bonitas porque tenemos fuerzas de sobra, para atraer parejas sexuales. (Dije añadir, me parecen compatibles)

Anónimo dijo...

Creo que ambas citas se complementan. Estoy de acuerdo con ambas. De cualquier modo, tienes un estupendo olfato. Un saludo

soperos dijo...

espléndia la de mc evilley. la tomo "prestada" para nuestro blog sopero.

gracias, alberto!

saludos
pepe