domingo, 29 de marzo de 2009

BREVE HISTORIA DE LA SOMBRA

Uno de los libros y poetas más interesantes: Charles Wright.

NOCTURNO DE CHARLOTTESVILLE

El demorado anochecer de septiembre es un tren de pensamiento, una herida
que no sangra, pasto muerto sin morir,
sin renuevos, sin elegancia,
el demorado anochecer de septiembre,
limpio de adjetivos, máxima abstracción y esplendor.

Se ha dicho que hay un final para la asignación de los nombres.
Se ha dicho que todo lo escrito está vacío.
Se ha dicho que los escorpiones danzan donde el lenguaje fracasa y cede.
Se ha dicho que algo brilla en cada oscuridad,
que algo resplandece.

Apoyados contra lo invisible, vencidos asentimos.
El atardecer se asienta sobre las hojas caídas
como alfabeto en el patio de atrás,
desoladas sílabas
nos interpretan y señalan, apoyados contra lo invisible.
Luminosos son nuestros sueños, fuego arrojado sobre el mundo.
Llega la mañana y todo se va.
La luz del sol ensombrece la tierra.



Para los que están por Madrid, su libro Una breve historia de la sombra (DVD ediciones) se presenta este lunes, en la Librería La Central, Museo Reina Sofía-Edificio NouvelPresentarán Jeannette L. Clariond, traductora de la obra, Jordi Doce y Martín López-Vega.
 
                                            
 

viernes, 27 de marzo de 2009

JOSÉ HIERRO Y ANTONIO MACHADO



Don Antonio Machado tacha un en su agenda un número de teléfono

Borra de tu memoria

este número de teléfono.
2-6-8-1-4-5-6.
Táchalo en tu agenda.
Si ahora marcaras este número que no puede escucharte,
nadie respondería. Este número sordomudo:
2-6-8-1-4-5-6.
Borra, olvídalo, tacha este número muerto:
es uno más, aunque fue único.

Las hojas de tu agenda tienen más tachaduras
que números y nombres.
Ya quedan menos a los que llamar;
apenas quedan números y nombres que te hablen
o que te escuchen: 2-6-8-1-4-5-6.
Haz todo lo que puedas para que se disuelva en tu memoria:
destrúyelo, trastuécalo:
8-6-2-4-1-5-4,
rómpele el ritmo que le correspondía:
4-5-2-6-1-8-4,
ya no lo necesitas,
no necesitas esos números, esos nombres o sombras.
2-6-8-1-4-5-6:
«¿Está Leonor?»
Y suponiendo que alguien te responda,
será otra voz la que responderá.
Baraja el número, confúndelo, desordénalo.
Así: 1-4-2-5-6-8.
«¿Está Guiomar?»
Baraja números y nombres, barájalos,
sobre todo los nombres:
«¿Está Guionor?» «¿Está Leomar?»
Silencio.
Olvida, tacha, borra, desvanece
esos nombres y números,
no intentes modelar la niebla.
resígnate a que el viento la disperse.

¡Colinas plateadas...!


(JOSÉ HIERRO, AGENDA, 1991)

jueves, 26 de marzo de 2009

LUIS BAGUÉ ESCRIBE SOBRE "PEQUEÑOS CÍRCULOS"

Poemas del extrarradio

 Con «Pequeños círculos», Alberto Santamaría (Torrelavega, 1976) avanza en la dirección anunciada en sus anteriores entregas poéticas –«El hombre que salió de la tarta» y «Notas de verano sobre ficciones del invierno»–, al tiempo que ensaya nuevas líneas de fuga. «Pequeños círculos» es un libro concebido desde el mismo paisaje que describe, y en el que la experiencia visual del sujeto se encarna en la realidad representada. Así lo indica el autor en la «Nota final»: «Este libro fue escrito frente a una fábrica, una enorme acería a las afueras de una pequeña ciudad del norte. Esa mole ennegrecida, de metal y piedra, ha sido mi paisaje privado mientras escribía; lo que latía, como un dinosaurio, al otro lado de la ventana». Su indagación estética, sin embargo, va más allá de la imagen múltiple postulada por el Creacionismo para cristalizar en una percepción simultánea –y simultaneísta–del mundo, donde la periferia de la mirada es tan importante como el centro de la contemplación. «Pequeños círculos» se estructura a partir de símbolos reiterados que alcanzan la categoría de emblemas subjetivos o accidentes geográficos en la cartografía particular del personaje. La atención a los objetos, depositarios de lo fugaz, se extiende en este caso al territorio del extrarradio industrial, que permite una reactivación del tópico de las ruinas. Los cristales rotos, las montañas de hojalata o los «colchones con demasiadas historias» se acumulan en los versos hasta proporcionar una imagen invertida de la realidad, según se expresa en «La magia II»: «Este panorama cero parecía contener / ruinas al revés». La organización del libro en círculos concéntricos favorece la aparición de otros ejes temáticos que se superponen al anterior. Algunos poemas recrean estampas de tedio cotidiano, añaden retazos al autorretrato fragmentario o sugieren en unas pocas pinceladas un escenario, una trama o un relato. En este ámbito destacan la contemplación especular de

«Anécdota del hotel» y la lección sobre la «vanitas» de «Anécdota barroca». Por su parte, otras composiciones incorporan a un personaje externo, el filósofo, que anota las mutaciones del paisaje y toma apuntes para un «ensayo sobre la belleza pasajera». Este tratado sobre la fugacidad recurre, de manera sistemática, a la ironía y a la intertextualidad. La primera resulta visible en la habitual ruptura de las expectativas, así como en determinados títulos: «Los Castrati han vuelto para hacer de las suyas» o «Contarlo es fácil (La tristeza fragmentada de un actor de teletienda)». La segunda ofrece una reinterpretación, en clave cultural, de las conexiones entre el yo y el mundo. Las citas de Jonathan Franzen, Luis Felipe Vivanco o Carlos Martínez Rivas diseñan un complejo mosaico referencial. Santamaría concibe el entramado textual como un «teatro de operaciones» en el que experimentar con las posibilidades representativas del lenguaje, las formas de la narración y la prosodia del discurso, que se adensa hasta los límites de la prosa o se disgrega en una disposición estrófica atomizada. Ejemplo de este planteamiento son metapoemas como «La cena (En el poema)», que compara los útiles del pintor y del escritor; «Grietas», que reconoce las fisuras de sentido que interrumpen la lectura lineal, o «Diario», que elabora una teoría de la relatividad del significado. En suma, «Pequeños círculos» desplaza el foco de atención hacia aquellas parcelas desatendidas de la realidad. El intento de suturar la brecha entre lo imaginario y lo existente requiere una subversión de los patrones tradicionales de lectura. Ante la imposibilidad de dar cuenta del universo, Santamaría opta por insinuarlo, porque «quizá explicar / sea el verbo / menos útil / de nuestra lengua». He aquí, por tanto, un libro exigente, pero que no defraudará a quienes sientan la tentación de levantar «la peluca de las cosas». Tras ese gesto se oculta una nueva definición de lo sublime.


Luis Bagué Quílez, suplemento "Arte y Letras" del diario alicantino INFORMACIÓN, 26 de marzo, 2009.


miércoles, 18 de marzo de 2009



















Para el que esté por el norte, este viernes, día 20 de marzo, a las 20 horas, en la librería Gil de Santander, presentamos el último libro de poemas de Enrique Cabezón, publicado por la editorial Eclipsados. Aquí os dejo un poema:


Yo soy el hombre caldeo
el hombre chino
el egipcio
de alguna manera el hindú
y ahora que el daño es irreparable
vengo a la desesperada
millones de años de posos en mi sangre
busco limpiar al sol mis impurezas
borrar las huellas de mi carne
en el agua fresca de los ríos
en el cálido abrazo de la arena
en la descomposición de una masa sólida
en partículas que forman
nuestro milenario fango
y comer
quién sabe
alimentos menos corruptos
palabras sanadoras

sábado, 14 de marzo de 2009

PARA JOSÉ ANTONIO PADILLA

A la vuelta de Valladolid me esperaba una terrible noticia: la muerte, con 33 años, del poeta José Antonio Padilla. Hace unos meses recibí un correo suyo comentándome la noticia de su enfermedad. No sospechaba este desenlace. La verdad es que ha sido un duro golpe. Un buen tipo y gran poeta. Cuántos poemas se habrán quedado sin convertirse en letra. "Nadador" en más de una ocasión, he vuelto a su fantástico libro Noches áticas, (Eda, Málaga, 2007). Dejó aquí como mínimo homenaje, uno de sus poemas:

NO HAY OTRA FORMA DE VIVIR

Como el que cuenta rayos en una noche de tormenta
y sabe que todo está escrito.

Como el que se asoma al último puente del mundo
en el último día de su vida
y sabe que no hay más luz que la de unos ojos.

Vivir así.
Como quien mira sin preocupaciones
y sabe
que a un día monótono
le sucede otro inolvidable.


En el último número de Nadadora nos dejó estos aforismos: 

En agosto, los mitos no son válidos.

*

Ya sabes: cuando las raíces tienen dolor, las flores tienen artritis.

*

Todo lo que tiembla es algo que ya ha temblado.

*

Los límites de la posmodernidad van más allá de las alambradas.

*

Recorro tu claridad y voy devolviéndole memoria a mis eclipses.

*

Síntesis o secuencia, espejismo fiel: impura sombra.

*

También las palabras son un instrumento financiero.

Las cuevas están llenas de aire fosilizado.

 

*

Bergamín: escritor en bruto.

 

*

El estilo no es una suma de cortinas.

*

En la teatralidad de las formas no hay fondo. 







sábado, 7 de marzo de 2009

2 CITAS

10-12 de marzo. Versátil.es IV Festival de la palabra. Valladolid. El programa completo aquí.




















17 de marzo a las 18 horas. Conferencia en la UNED (Santander),  bajo el título de Aproximaciones a una filosofía del asco. 

lunes, 2 de marzo de 2009

PASADO MUSICAL, LES VULNERABLES


 
El viernes por la noche alguien recordó mi pasado musical. Mi fugaz paso por el mundo de la música. Durante la segunda mitad de los años 90 formé parte del grupo Les Vulnerables (tocaba el bajo). La verdad es que no sonábamos mal. Tocamos por varias salas del país, por aquí y por allá. Luego grabamos un par de maquetas y por fin nuestro primer disco que grabamos en 1997 en los estudios Odds de Paco Loco, en Gijón. Sí, era en plena fiebre Xixon Sound, aunque nosotros éramos de Santander. El disco no sonaba mal. Una pequeña compañía puso el dinero, el disco comenzó tímidamente a sonar en radio 3 y a distribuirse y luego comenzamos a tocar en muchos sitios. Pero pronto llegó el mazazo en forma de denuncia. No lo he dicho, pero fuimos tan idiotas como para llamar al disco "RitaIrasema". Sí, como la singular hija de Miliki. Así que ésta nos denunció tras coincidir nuestro concierto en no sé qué ciudad con el circo del arte, y ver los carteles. La denuncia nos destrozó: retirada de copias del mercado, prohibir tocar en directo ese disco... Todo, al final, se fue a pique. La verdad es que luego nos dedicamos a otras cosas, algún día quedábamos para tocar, pero ya no era lo mismo... Hacia mucho que no recordaba aquella época tan divertida... Así que como las nuevas tecnologías lo permiten, y a petición de unos cuantos, dejo aquí algunos temas: