La lectura de La adoración de Juan Andrés García Román (un gran libro sobre el que me gustaría escribir en extenso sólo por el placer de leerlo y voler a leerlo) me ha llevado a un tema como el de la ironía. En el libro leemos: "En aquellos tiempos ser moderno consistía en la ironía. / (Es decir, si algo nos dolía o hacía mucho daño /procurábamos siempre aun así sonreír)" y más tarde: "Entonces se me dijo modernista y que había perdido la ironía"
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Por otra parte, al preparar una clase, me topé con este maravilloso texto de Thomas Lawson:
"Enfrentarse al mundo de forma vagamente irónica, un tanto sarcástica, se ha convertido en un cliché claramente irreflexivo. Ha pasado de ser un método capaz de hacer añicos las ideas convencionales a convertirse en una convención más. De ser una manera de llegar a un acuerdo en ausencia de fe, ha pasado a ser un subterfugio de la mala fe. En este último sentido las películas populares y los espectáculos televisivos son irónicos [...]. Lo que equivale a afirmar que ya no se puede caracterizar fácilmente la ironía como una forma de liberación, que en ocasiones es incluso un instrumento para la represión y, en el ámbito del arte, un modelo que muy a menudo es sinónimo de amaneramiento"
"Enfrentarse al mundo de forma vagamente irónica, un tanto sarcástica, se ha convertido en un cliché claramente irreflexivo. Ha pasado de ser un método capaz de hacer añicos las ideas convencionales a convertirse en una convención más. De ser una manera de llegar a un acuerdo en ausencia de fe, ha pasado a ser un subterfugio de la mala fe. En este último sentido las películas populares y los espectáculos televisivos son irónicos [...]. Lo que equivale a afirmar que ya no se puede caracterizar fácilmente la ironía como una forma de liberación, que en ocasiones es incluso un instrumento para la represión y, en el ámbito del arte, un modelo que muy a menudo es sinónimo de amaneramiento"