
martes, 4 de agosto de 2009
VACACIONES DE MUERTE Y PLAYA (4): CEMENTERIO AMERICANO

jueves, 30 de julio de 2009
VACACIONES DE MUERTE Y PLAYA (3): CEMENTERIO ALEMÁN

jueves, 23 de julio de 2009
VACACIONES DE MUERTE Y PLAYA (2)

Salimos del hotel y nos fuimos a Arromanches a darnos un baño entre los restos de la batalla, entre los restos de lo que fue el conocido Puerto Prefabricado que los aliados colocaron para llevar a cabo parte del desembarco.
mi hijo Pablo a punto de darse un cahpuzón entre los restos del desembarco, puerto prefabricado, Arromanches. Playa de Gold.
martes, 21 de julio de 2009
VACACIONES DE MUERTE Y PLAYA (1)

jueves, 9 de julio de 2009
DOS DÍAS EN VAGAR Y LOS BOTINES SANDALIA
lunes, 6 de julio de 2009
De viaje. Llegada a Vàgar.



viernes, 19 de junio de 2009
UN CROISSANT LISÉRGICO CON SOUL GESTAPO

Me pongo la merienda de siempre. Puntual y a las cinco: un café, un croissant y un chupito. La casa está en silencio. Con todo ya dispuesto sobre la mesa me dirijo al equipo de música y pongo un pequeño vinilo. Es entonces cuando empieza a sonar lo nuevo de Soul Gestapo. Me he propuesto esta tarde escribir sobre ellos, pero también hablar con ellos. Pero, ¿cómo? Podría escribir, simplemente, que Soul Gestapo es una banda formada en 2002 y que, tras varios cambios en la batería, hoy está compuesta por Aitor Ochoa, Raúl Real e Iñaki García. Que “Up to you” es su último trabajo. Podría escribir que antes vieron la luz “The Rise of the Soul Gestapo” (2004), “The Second Coming of the Soul Gestapo” (2006) y “Musth” (2007), trabajo con el que lograron la unanimidad de la critica, dando una larga lista de conciertos, compartiendo cartel con grandes figuras de la música y sonando con peso propio en las más importantes emisoras de radio. Podría escribir que hace ya muchos años que conozco a Raúl y Aitor, que crecimos juntos y que bueno, a Iñaki no, pero que desde crío he seguido a todos sus grupos, y eso también crea familiaridad. Y lo más importante, que esta noche, 19 de junio, presentan, a partir de las 22,30, en la sala BNS, “Up to you” (Folc Records), un vinilo que incluye tres temas, adelanto de lo que será su nuevo disco, que aparecerá en otoño. La entrada más el single igual a 9 €. Escucho sus temas una y otra vez. El vinilo gira. Doy un cuarto mordisco al croissant. Me sirvo otro café. Otro chupito. Luego otro café. Luego otro chupito. Entre el vinilo que gira hipnotizante, el croissant lisérgico y el chupito de orujo, la habitación comienza a ensancharse, como dijese Baudelaire (a quien seguramente le gustaría la música de Soul Gestapo). Y mientras todo gira, sin darme cuenta, como si cayese a un pozo, me encuentro rodeado por los tres: Raúl, Aitor e Iñaki. Hey, les digo, precisamente tenía que hablar con vosotros, precisamente tenía que escribir sobre vosotros. Reímos. Me habéis caído del cielo. Les invito a merendar: café, croissant, chupito. El disco sigue girando. Les voy haciendo preguntas, mientras sirvo sus vasos. Y éste es el resultado.
Este disco suena distinto ¿no? Ha habido cierta transformación. “Hemos levantando un poco el pie del acelerador, dice Aitor, e intentamos no quedarnos con una formula determinada o seguir repitiendo la misma canción una y otra vez, a pesar de que, evidentemente, todo siga una misma línea, dentro del rock, el blues, el garage o como lo quieras llamar”. Y añade Raúl: “de todas formas es algo que se puede apreciar más desde fuera”. Les digo que el tema “Up to you”, me gusta, les digo que me cuenten algo del disco. Tras dar un sorbo a su café muy victorianamente, estirando su dedo meñique, Aitor me cuenta que ““Up to you”, es un tema bastante blusero en principio, pero con un desarrollo más nuestro al final”. Raúl se levanta en ese momento y añade que en la cara B está “”Have some party” que como su nombre indica es un rock and roll fiestero de los de levantar puños y echarse un bailoteo”. Lo representa moviendo levemente sus caderas. “Se cierra el vinilo, concluye Aitor, con “Lights of Downtown” en la que contamos con ayuda de Hendrik a la guitarra. En el próximo disco aparecerán quizás otras influencias que hasta ahora no habían salido a la luz”. Sí, dice Iñaki: “Una especie de hard-blues, un rock&roll, y una versión de un grupo americano de los 80...”. Ríe. Reímos. ¿Otra ronda? Claro. Les digo que no deja de ser curioso que a pesar de tantas y tan variadas influencias (de Union Carbide Productions a Long Ryders), no se han despersonalizado, al contrario, parece que han hallado su propia seña de identidad. “Gracias, dice Raúl, escuchamos mucha música y variada, no sólo rock”. Y entonces, les pregunto, ¿cuál es vuestra forma de composición? Vuelvo a dar vuelta al vinilo. Muerdo un trocito de croissant antes de continuar. Ahí aparece Aitor. “Depende, dice, a veces llevo el tema acabado a los ensayos y allí le damos forma. Otras veces es sólo un riff de guitarra o una melodía de voz, no sé, es la parte que más divierte, el no saber cómo va a acabar un tema”. Como fan suyo y de los DelTonos hay otra cosa que me intriga, les digo. Están grabando el los estudios Guitar Town, con Hendrik Roever en los mandos técnicos, ¿qué tal la experiencia? “Es una suerte poder trabajar con Hendrik, dice Aitor, que posa la taza en la mesa, va más allá del clásico técnico que se limita a grabar y punto. Aporta ideas y hace todo lo posible por llevar la grabación a buen puerto”. “En mi caso, añade Iñaki, se trata además de un entorno tranquilo y familiar, pues ensayo habitualmente con Los Deltonos en Guitar Town. Aunque habría que matizar lo de la producción, dice. Creo que la mayor parte de la producción, es cosa nuestra”.
La tarde avanza tranquila. La habitación sigue ensanchándose conforme la luz va cayendo por las esquinas, por las paredes. Suena el disco y nuestra merienda hipnótica y nuestro diálogo caminan despreocupados. Tomo el sobre del disco y leo Folc Records. “Sí, dice Raúl, es un sello de Madrid que apuesta (por ahora) por bandas nacionales y editan en formato single. La inmensa mayoría de las independientes lo hacen por amor a la música, es puro romanticismo, porque a nivel económico...” En ese momento vuelvo a pensar en el objeto que gira hipnótico e incansable. Sí, un vinilo. ¿Por qué un vinilo? “En mi caso, dice Iñaki, he seguido comprando vinilos, y tengo dos platos giradiscos. ¡¡¡Vinilo siempre!!!, desde el tamaño hasta el sonido. Yo no necesito ahorrar espacio”. Sirvo otra ronda. “Es que para nosotros, espeta extrañamente sereno Aitor, el vinilo nunca ha desaparecido, tiene algo de fetiche para la gente a la que le gusta el rock y del que carecen los Cds. Supongo que la maldita industria que intentó matarlo, ahora quiere que vuelva, al ser mucho más difícil de piratear”. Esgrime una bella risa brujeril. Reímos mientras observamos el hipnótico girar del disco. Mientras lo escuchamos pienso en que su música suena a ellos mismos. “Siempre hemos hecho lo que nos ha apetecido en cada momento, dice Aitor”. “La moda gira, añade Iñaki observando atento el plato. A veces te coge, y a veces estás totalmente fuera de onda, pero creo que un grupo como Soul Gestapo va en una línea clara y definida, aunque no exenta de evolución”. Y ¿en Cantabria? Antes de hablar ponemos otra ronda, claro. “Sinceramente, dice Iñaki, yo no he visto nunca una escena cántabra. Es fácil decir cuando ha pasado que hubo una "movida" a mediados de los 80, pero yo no veo muchas diferencias con lo que pasa ahora. En general, a los grupos no les gusta salir de gira y ganar poco dinero, y muchos sólo buscan reconocimiento local”. Sabias palabras. El localismo apesta. La tarde se convierte en noche, y se van acabando los víveres que han convertido la soledad de esta habitación en un buen tugurio. Todo se va difuminando. Antes de que desaparezcan de esta bella aparición fantasmal que han hecho en mi habitación, les pregunto por el concierto de esta noche, por su pasión por el directo. Les pregunto qué esperan. Y la respuesta es “fiesta”. “Que lo pasen tan bien como nosotros mismos cada vez que salimos a tocar”, dice Aitor. “Tocar en directo es lo mejor”, contesta Iñaki. “No hay nada comparable. Del público espero lo mismo que de nosotros.... Sudor y entusiasmo”. Desaparecen mientras la noche se vuelca sobre la habitación como un carro de alquitrán. Antes brindamos, y vuelvo a escuchar a oscuras “Up to you”. Esta noche. 22,30. BNS.
[artículo publicado en El Mundo, ed, Cantabria]
viernes, 10 de abril de 2009
SOY UN HOMBRE ENFERMO
jueves, 9 de abril de 2009
miércoles, 8 de abril de 2009
sábado, 4 de abril de 2009
SOY FAN DE MORATÍN
viernes, 3 de abril de 2009

miércoles, 1 de abril de 2009
ANA GORRÍA ESCRIBE SOBRE "PEQUEÑOS CÍRCULOS"
domingo, 29 de marzo de 2009
BREVE HISTORIA DE LA SOMBRA
El demorado anochecer de septiembre es un tren de pensamiento, una herida
que no sangra, pasto muerto sin morir,
sin renuevos, sin elegancia,
el demorado anochecer de septiembre,
limpio de adjetivos, máxima abstracción y esplendor.
Se ha dicho que hay un final para la asignación de los nombres.
Se ha dicho que todo lo escrito está vacío.
Se ha dicho que los escorpiones danzan donde el lenguaje fracasa y cede.
Se ha dicho que algo brilla en cada oscuridad,
que algo resplandece.
Apoyados contra lo invisible, vencidos asentimos.
El atardecer se asienta sobre las hojas caídas
como alfabeto en el patio de atrás,
desoladas sílabas
nos interpretan y señalan, apoyados contra lo invisible.
Luminosos son nuestros sueños, fuego arrojado sobre el mundo.
Llega la mañana y todo se va.
La luz del sol ensombrece la tierra.
viernes, 27 de marzo de 2009
JOSÉ HIERRO Y ANTONIO MACHADO

este número de teléfono.
2-6-8-1-4-5-6.
Táchalo en tu agenda.
Si ahora marcaras este número que no puede escucharte,
nadie respondería. Este número sordomudo:
2-6-8-1-4-5-6.
Borra, olvídalo, tacha este número muerto:
es uno más, aunque fue único.
Las hojas de tu agenda tienen más tachaduras
que números y nombres.
Ya quedan menos a los que llamar;
apenas quedan números y nombres que te hablen
o que te escuchen: 2-6-8-1-4-5-6.
Haz todo lo que puedas para que se disuelva en tu memoria:
destrúyelo, trastuécalo:
8-6-2-4-1-5-4,
rómpele el ritmo que le correspondía:
4-5-2-6-1-8-4,
ya no lo necesitas,
no necesitas esos números, esos nombres o sombras.
2-6-8-1-4-5-6:
«¿Está Leonor?»
Y suponiendo que alguien te responda,
será otra voz la que responderá.
Baraja el número, confúndelo, desordénalo.
Así: 1-4-2-5-6-8.
«¿Está Guiomar?»
Baraja números y nombres, barájalos,
sobre todo los nombres:
«¿Está Guionor?» «¿Está Leomar?»
Silencio.
Olvida, tacha, borra, desvanece
esos nombres y números,
no intentes modelar la niebla.
resígnate a que el viento la disperse.
¡Colinas plateadas...!
(JOSÉ HIERRO, AGENDA, 1991)
jueves, 26 de marzo de 2009
LUIS BAGUÉ ESCRIBE SOBRE "PEQUEÑOS CÍRCULOS"
Poemas del extrarradio
Con «Pequeños círculos», Alberto Santamaría (Torrelavega, 1976) avanza en la dirección anunciada en sus anteriores entregas poéticas –«El hombre que salió de la tarta» y «Notas de verano sobre ficciones del invierno»–, al tiempo que ensaya nuevas líneas de fuga. «Pequeños círculos» es un libro concebido desde el mismo paisaje que describe, y en el que la experiencia visual del sujeto se encarna en la realidad representada. Así lo indica el autor en la «Nota final»: «Este libro fue escrito frente a una fábrica, una enorme acería a las afueras de una pequeña ciudad del norte. Esa mole ennegrecida, de metal y piedra, ha sido mi paisaje privado mientras escribía; lo que latía, como un dinosaurio, al otro lado de la ventana». Su indagación estética, sin embargo, va más allá de la imagen múltiple postulada por el Creacionismo para cristalizar en una percepción simultánea –y simultaneísta–del mundo, donde la periferia de la mirada es tan importante como el centro de la contemplación. «Pequeños círculos» se estructura a partir de símbolos reiterados que alcanzan la categoría de emblemas subjetivos o accidentes geográficos en la cartografía particular del personaje. La atención a los objetos, depositarios de lo fugaz, se extiende en este caso al territorio del extrarradio industrial, que permite una reactivación del tópico de las ruinas. Los cristales rotos, las montañas de hojalata o los «colchones con demasiadas historias» se acumulan en los versos hasta proporcionar una imagen invertida de la realidad, según se expresa en «La magia II»: «Este panorama cero parecía contener / ruinas al revés». La organización del libro en círculos concéntricos favorece la aparición de otros ejes temáticos que se superponen al anterior. Algunos poemas recrean estampas de tedio cotidiano, añaden retazos al autorretrato fragmentario o sugieren en unas pocas pinceladas un escenario, una trama o un relato. En este ámbito destacan la contemplación especular de
«Anécdota del hotel» y la lección sobre la «vanitas» de «Anécdota barroca». Por su parte, otras composiciones incorporan a un personaje externo, el filósofo, que anota las mutaciones del paisaje y toma apuntes para un «ensayo sobre la belleza pasajera». Este tratado sobre la fugacidad recurre, de manera sistemática, a la ironía y a la intertextualidad. La primera resulta visible en la habitual ruptura de las expectativas, así como en determinados títulos: «Los Castrati han vuelto para hacer de las suyas» o «Contarlo es fácil (La tristeza fragmentada de un actor de teletienda)». La segunda ofrece una reinterpretación, en clave cultural, de las conexiones entre el yo y el mundo. Las citas de Jonathan Franzen, Luis Felipe Vivanco o Carlos Martínez Rivas diseñan un complejo mosaico referencial. Santamaría concibe el entramado textual como un «teatro de operaciones» en el que experimentar con las posibilidades representativas del lenguaje, las formas de la narración y la prosodia del discurso, que se adensa hasta los límites de la prosa o se disgrega en una disposición estrófica atomizada. Ejemplo de este planteamiento son metapoemas como «La cena (En el poema)», que compara los útiles del pintor y del escritor; «Grietas», que reconoce las fisuras de sentido que interrumpen la lectura lineal, o «Diario», que elabora una teoría de la relatividad del significado. En suma, «Pequeños círculos» desplaza el foco de atención hacia aquellas parcelas desatendidas de la realidad. El intento de suturar la brecha entre lo imaginario y lo existente requiere una subversión de los patrones tradicionales de lectura. Ante la imposibilidad de dar cuenta del universo, Santamaría opta por insinuarlo, porque «quizá explicar / sea el verbo / menos útil / de nuestra lengua». He aquí, por tanto, un libro exigente, pero que no defraudará a quienes sientan la tentación de levantar «la peluca de las cosas». Tras ese gesto se oculta una nueva definición de lo sublime.
Luis Bagué Quílez, suplemento "Arte y Letras" del diario alicantino INFORMACIÓN, 26 de marzo, 2009.
miércoles, 18 de marzo de 2009

Para el que esté por el norte, este viernes, día 20 de marzo, a las 20 horas, en la librería Gil de Santander, presentamos el último libro de poemas de Enrique Cabezón, publicado por la editorial Eclipsados. Aquí os dejo un poema:
Yo soy el hombre caldeo
el hombre chino
el egipcio
de alguna manera el hindú
y ahora que el daño es irreparable
vengo a la desesperada
millones de años de posos en mi sangre
busco limpiar al sol mis impurezas
borrar las huellas de mi carne
en el agua fresca de los ríos
en el cálido abrazo de la arena
en la descomposición de una masa sólida
en partículas que forman
nuestro milenario fango
y comer
quién sabe
alimentos menos corruptos
palabras sanadoras
sábado, 14 de marzo de 2009
PARA JOSÉ ANTONIO PADILLA
En agosto, los mitos no son válidos.
*
Ya sabes: cuando las raíces tienen dolor, las flores tienen artritis.
*
Todo lo que tiembla es algo que ya ha temblado.
*
Los límites de la posmodernidad van más allá de las alambradas.
*
Recorro tu claridad y voy devolviéndole memoria a mis eclipses.
*
Síntesis o secuencia, espejismo fiel: impura sombra.
*
También las palabras son un instrumento financiero.
*
Las cuevas están llenas de aire fosilizado.
*
Bergamín: escritor en bruto.
*
El estilo no es una suma de cortinas.
*
sábado, 7 de marzo de 2009
2 CITAS

lunes, 2 de marzo de 2009
PASADO MUSICAL, LES VULNERABLES
viernes, 27 de febrero de 2009
ELENA MEDEL SOBRE PEQUEÑOS CÍRCULOS, CALLE 20

Pequeños círculos, poesía que peina 'la peluca de las cosas': sobre cómo una reunión de imperfección desemboca en la existencia ideal
miércoles, 25 de febrero de 2009
SOBRE PEQUEÑOS CÍRCULOS


sábado, 21 de febrero de 2009
PREMIO DARWIN, 2008
domingo, 8 de febrero de 2009
ALEXIS DE TOCQUEVILLE, QUINCE DÍAS EN LAS SOLEDADES AMERICANAS.

En 1831, Alexis de Tocqueville se embarca con su amigo y compañero de la carrera judicial Gustave de Beaumont camino de Estados Unidos. Quince días en las soledades americanas es un apunte vital y evocador de una extraordinaria frescura que nos permite asistir al proceso de colonización estadounidense. En este caso no el de las praderas del medio Oeste, popularizado y mistificado por el cine, sino el de los inabarcables bosques de la región de los Grandes Lagos. En estos párrafos Tocqueville nos presenta un retrato en el que se entrelaza el proceso de construcción de la sociedad estadounidense con la inexorable destrucción tanto del entorno natural como de las tribus indias que desde antaño lo habitaban. Fascinado por las tierras vírgenes, admira sin embargo el titánico empuje de los pioneros. Se trata de un texto teñido de nostalgia y de un cierto fatalismo en el que se traslucen ya temas radicalmente contemporáneos, como esa preocupación tan actual por la fragilidad de la naturaleza o por la enorme capacidad del ser humano para transformar su entorno.
Un libro, un viaje prionero en eso de recorrer los desiertos americanos. El espíritu del lirbo lo resume así Tocqueville: "Todos los americanos quieren que recorramos las más bellas carreteras y los settlements más antiguos. Nostros preferimos la wilderness y los salvajes, pero no nos atrevemos a confesarlo". ¿De alguna manera será el precedente directo de los viajeros del land art?
martes, 27 de enero de 2009
CUBATAS Y CHAVALAS
STASI SECRET ROOMS



El Ministerio para la Seguridad del Estado o Stasi se fundó en 1950 en la antigua RDA. Funcionó como servicio de espionaje interior y exterior y órgano instructor para delitos políticos, pero sobre todo como un aparato de represión y vigilancia por el partido en el gobierno contra los ciudadanos de la RDA críticos con el sistema. La Stasi, que tras la caída del Muro de Berlín y de la reunificación de Alemania, fue disuelta, tuvo casi 90.000 trabajadores titulares y 170.000 colaboradores no oficiales, sobre una población de 16 millones de ciudadanos de la RDA. La pareja Fuchs durante dos años viajó a través de la antigua Alemania del Este recopilando imágenes sobre lo que habían sido las salas de interrogación, las prisiones y otros muchos espacios que usaba la 'Stasi'. Quince años después de la caída del Muro de Berlín, Daniel & Geo Fuchs, localizaron los restos de la estructura física de la Stasi, su aparato de espionaje doméstico y exterior y sus prácticas intimidatorias.
Las imágenes que se hallan durante el viaje y las que aquí nos muestran dejan a las claras una extraña belleza, inquietante sobre todo. Las obras se suceden por las paredes como un documental que nos mostrase un lugar en el cual el tiempo se ha detenido. Aparatos antiguos, sillas, archivos, habitaciones, teléfonos… Todo nos transporta a otra epoca, con un eco siniestro y asombroso. Una gran exposición que merece ser visitada una y otra vez.
(Publicado el 27 de enero en el diario El Mundo, ed. Cantabria)
jueves, 22 de enero de 2009
LA PELUCA DE LAS COSAS
Pero lo ignorado también existe en sus pequeños actos. Se trata
de no volver con las manos vacías, por eso traemos vino
y algo de queso para la cena; miramos el rastrillo
que junto a la puerta tienta nuestros dedos, la barba del cartero
que se espesa casi blanca a la altura de la barbilla; medimos nuestra distancia
hasta el cubo lleno de leche
sobre el que un hongo de humo asciende —niebla
que atrae al alto hocico del invierno—. Nos llevamos el vaso a la boca
que luego volveremos a colocar sobre la mesa
con la marca lechosa del sorbo en su filo. Es algo más
que la aparente variación de un músculo. En los márgenes
siempre hay vida, como ves. ¿Quién guardará entonces nuestro secreto
ahora que hemos perdido los billetes de vuelta?
Nada en este lugar nos es familiar. Ni la luz que exagera
sus límites, ni el timbre metálico del carnicero
que afila sus cuchillos alejado ya de su presa. Nada. (No te preocupes,
estás a salvo,
la ola de secuestros no te afectará a ti que comercias
con pequeñas lagartijas de cobre. Pero ¿quién es toda esta gente
que respira dentro de un enorme signo de interrogación?)
—Oye, preguntas mientras descifras el número exacto de tu asiento,
¿sabríamos vivir en una ciudad tan común como esta?
(Este poema forma parte de Pequeños círculos, libro que aparecerá en breve en la ediotiral DVD ediciones)
domingo, 11 de enero de 2009
DOS POEMAS DE HENRI COLE

EL ROSA Y EL NEGRO
El mar una copa de negro licor de arándanos.
El cielo de color rosa observándome con tristeza.
La mano que fue mía, inmóvil,
entre episodios de un relato.
El sonido absorbente bajo el agua respirando, escupiendo.
Las burbujas de limo rielando en el mar.
La forma cambiante que llamamos hombre, alzándose liberada,
toda nariz y labios tras un cristal.
Las aletas fluorescentes golpeando contra la piedra caliza
como un abanico español en unas perlas.
Los cuerpos flácidos de los tentáculos rosados, abatidos,
en filas perfectas, colgados del cinturón.
La roca nacarada sobre la que nos sentamos.
La cara adormilada que me miraba.
Los pies cruzados.
La nube entintada, como la secreción de un pulpo,
alejándose en lo alto.
El sol una mezcla blanquiaguada.
La delicada red de ganchillo donde dormían los erizos de mar.
Las grandes púas del que capturé.
El machete, afilado como las palabras de un cura, cortando, cortando.
El intratable mar calmándose y calmándose.
La espalda metálica de algo que escapa,
entrevisto bajo las sombras.
He estado tan solo, hambriento como una serpiente.
AUTORRETRATO CON OJOS ROJOS
Durante todo nuestro affaire de once años,
que se deshizo en actos de placer hasta la muerte
que ahora reconozco como amor, y que luego
siguen orbitando en los sueños más profundos,
en los cuales la memoria, motor de todo,
se regenera, no me importó nada
la vida fuera de las paredes de nuestra habitación.
La mano que borra escribe lo que es real,
y en ello estoy. Amé la vida y ahora veo
que fue una debilidad. Amé los pequeños
nacimientos y muertes que nos ocurren cada día.
Incluso la blanca saliva en tus dientes sensuales
fue espuma del amor, diciéndome: no es cierto,
después de todo, que nunca fueras amado.
(Estos dos poemas de Henri Cole forman parte del libro La apariencia de las cosas, publicado por Quálea editorial recientemente. La traducción es de Eduardo López Truco. Un libro magnífico)