miércoles, 23 de julio de 2008

CIENCIA SIN FICCIÓN



Espronceda se preguntaba con cierta ironía: «Yo, con erudición, cuánto sabría». Sin embargo esa erudición, en ocasiones, puede descentrarnos, hacernos desconfiar de la espacie humana e incluso hacernos reír. Eso es lo que pretende la revista de humor científico Annals of Improbable Research, revista de carácter bimestral que parodia a los científicos. Dicha revista entrega todos los años, en la Universidad de Harvard, los llamados anti-nobel, los Premios Ig Nobel. Antes de que se entreguen los de 2008, algunos de los cuales se están gestando ahora, podemos disfrutar con los de 2007. Es necesario advertirlo, todas ellas son investigaciones verídicas. Veamos algún caso. No tiene desperdicio el Premio de la Paz, que se lo llevó el Laboratorio de la Fuerza Aérea Patterson Wright, que sopesó la posibilidad de fabricar una Bomba gay para provocar la homosexualidad en el enemigo y con ello minar la moral y la disciplina de las tropas. O el de medicina, a Witcombe y Meyer por un análisis de los efectos secundarios de introducirse espadas por la garganta. Llegaron a la conclusión de que ocasionaban irritaciones. Al respecto, presentaron el caso de un hombre que se hizo daño en el esófago y al que se le inflamó la membrana protectora de los pulmones "cuando le distrajo un papagayo que tenía en el hombro y que se estaba portando mal". El de física fue para L. Mahadevan, de la Universidad Harvard, y E. Cerda, que fueron reconocidos por su estudio sobre cómo se arrugan las sábanas. Hay incluso españoles. El de lingüística fue a parar a Josep Trobalon y Nuria Sebastián, de la Universidad de Barcelona, que realizaron un estudio que demuestra que las ratas a veces no distinguen entre el japonés y el holandés cuando las personas hablan esas lenguas al revés. Lo más inquietante, sin duda, es que sea sólo a veces. También hay joyas en ediciones anteriores. En 2001, el anti-nobel de física fue para David Schmidt, por su solución parcial al problema de por qué las cortinas de ducha ondean hacia dentro.
Ya lo saben, no se traguen por descuido un sable, produce irritaciones. O si descubren que su hijo le habla al revés a las ratas puede que no se haya vuelto loco sino que simplemente esté preparando un trabajo de ciencias. En fin, para decirlo de otro modo: yo, con erudición, cuánto me reiría.

(publicado el día 23 de julio de 2008, en El mundo ed. Cantabria)

2 comentarios:

Rukaegos dijo...

No lo había leído en el mundo, pero cómo me he divertido con tanta sabiduría y tanta ciencia ... Gracias, Alberto.

Alberto Santamaría dijo...

la verdad es que es una gozada de premio, lo que me da miedo es que sea de verdad. En esta página http://es.wikipedia.org/wiki/Premios_Ig_Nobel
se pueden leer la totalidad de los premios, yo sólo hice una breve selección, pero los hay que no tienen desperdicio como una investigación sobre la "Asimetría Escrotal en hombres y Antiguas Esculturas", o estudiar el apetito de las personas, al darles un plato de sopa sin fondo cuyo contenido nunca se acababa. En fin, mola. Abrazos.