CIERTOS ÁRBOLES
Éstos son asombrosos: cada uno
Junto al vecino, como si el habla
Fuese una escena más de la quietud.
Como arreglos casuales, organizados
Para reunirse tan lejos esta mañana
Del mundo, que de acuerdo
Con él, tú y yo
Somos de repente lo que los árboles tratan
De decirnos que somos:
Su simple estar ahí
Algo sugiere: pronto
Nos podremos tocar, amar, entender.
Y contentos por no haber inventado
Semejante gracia, nos dejamos rodear:
Un silencio ya pleno de rumores,
Un cuadro del que brota
Un coro de sonrisas, una mañana de inviernos
Bajo una luz desconcertante, y al moverse,
Nuestros días oponen tal reticencia
Que estos acentos parecen su propia defensa.
(Traducción de Abraham Gragera, en Nadadora, nº6, 2008)
1 comentario:
"Y contentos por no haber inventado
Semejante gracia, nos dejamos rodear"
"y al moverse,
Nuestros días oponen tal reticencia
Que estos acentos parecen su propia defensa"
Grande Ashbery, Gragera y Nadadora...
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