viernes, 4 de junio de 2010

POR ESTAS COSAS HEGEL SIGUE SIENDO IMPRESIONANTE: LA NOVELA Y LA GRAN MODORRA

Casarse con una muchacha es un fin vulgar, y sólo se convierte en fantástico mediante la vuelta de tuerca de la fantasía, que se lo representa como algo completamente infinito, inconmensurable. Surgen dificultades: policía, padres, Estado, la desgracia de que haya leyes, todas esas barreras con las que combate el caballero […]. Esta lucha contiene su verdadero significado por el otro lado, el hecho de que se trata de años de aprendizaje, tal como lo expresa Goethe. Al final de esos años de aprendizaje es cuando el héroe ha aprendido a fondo, de modo que ha alcanzado el fin propuesto. El héroe de novela ha conquistado a la doncella, ésta es ya su esposa y él un hombre como otro cualquiera. Obtiene un empleo o administra sus bienes; antes el mundo le parecía un philisterium, ahora él mismo se convierte en un filisteo más. Su esposa puede ser una mujer bella y bondadosa, pero mirándola bien es como las demás. Se inmiscuye el gobierno de la casa y ahí la novela se interrumpe, llegan los niños y la gran modorra [Katzenjammer]. Por tanto, la novela es una corrección de lo fantástico.

Hegel, Filosofía del arte o Estética (verano de 1826). Trad. de Domingo Hernández Sánchez.

2 comentarios:

Carlos P dijo...

Es lo mejor que he leído en mucho tiempo. Gracias Alberto, voy a buscar la cita en la súper edición de Domingo. Si te apetece mandarme la página...
Abrazo,

Alberto Santamaría dijo...

página 359 y ss. Muy grande, sí señor...